Hechos que no sabías de los edificios originales del World Trade Center
Aunque las Torres Gemelas siempre estarán arraigadas en la cultura estadounidense, su arquitecto y muchos de los temas que pretendía para el diseño del World Trade Center se han perdido en los anales de la historia.
El arquitecto japonés Minoru Yamasaki fue un modernista que diseñó para la interacción humana. Sus diseños pudieron haber sido minimalistas, sobrios y algo fríos, pero la vida podía llenarlos. Él prefirió que las personas cumplan el papel de diseño de interiores. Como una vez dijo: “Las personas se verán mejor en un espacio con las paredes blancas, que si las tuvieras pintadas de rojo.” Yamasaki, quien diseñó los edificios originales del World Trade Center en 1973, es el tema de estudio de un nuevo libro llamado “Sandfuture”, que se publicó el 14 de septiembre de este año. El libro traza su camino poco convencional en la arquitectura. Desde su vida temprana, hijo de padres inmigrantes japoneses en 1912; hasta su camino en la arquitectura, mudándose a la ciudad de Nueva York durante la Gran Depresión.
Yamasaki formó parte del movimiento Nuevo Formalismo, que vio su auge en la década de 1950, con el objetivo de una presencia monumental en las torres modernistas, con detalles delicados y un rico uso de materiales como el mármol y el granito.
En 1955, fundó su propia firma, Yamasaki & Associates, que creó 43 torres residenciales y comerciales en todo el mundo, desde Brasil hasta Azerbaiyán. Aunque sus logros en el diseño y arquitectura son impresionantes, permanece al margen de su historia.
En una entrevista al Architectural Digest, el autor del libro “Sandfuture”, Justin Beal; compartió datos sobre su investigación de la vida y obra de Yamasaki, y su visión única de las Torres Gemelas, que aún hoy se desconoce.
Architectural Digest: ¿Cómo te enamoraste de las Torres Gemelas, y qué representan para ti?
Justin Beal: Yo estudié arquitectura. Era el verano del 2001, y estaba obsesionado con las Torres Gemelas. Como objetos, eran muy hermosos para mí. Y me di cuenta que no tenía ni idea de quién pudo haberlas diseñado, a pesar de haberme graduado de una rigurosa escuela de arquitectura.
AD: Él no tenía un apellido de familia reconocida, como Zaha Hadid o Frank Lloyd Wright. Tu libro tiene como objetivo contar la historia no contada de Yamasaki. ¿Sobre qué querías arrojar luz?
JB: Muchos arquitectos en Nueva York no saben quién fue. Esto me hizo reflexionar sobre cómo se me enseñó la historia de la arquitectura. No es una consecuencia del racismo en su totalidad, pero sí tiene mucho que ver. La arquitectura es un campo privilegiado y muy “blanco”. En muchos sentidos, Yamasaki fue omitido de la historia porque no encajaba.
AD: ¿Qué hizo que su vida sea cautivadora ante tus ojos?
JB: Grandes acontecimientos del siglo 20 impactaron su vida. Luego de Pearl Harbor, todo cambió. Él continuó trabajando como arquitecto, supervisando el diseño de una base naval en el estado de Nueva York; pero tuvo que ayudar a sus padres a escapar de Seattle para evitar que sean enviados a campos de internamiento en Idaho. Se mudaron a un pequeño departamento en la ciudad de Nueva York, mientras él seguía trabajando para el gobierno; el mismo gobierno que había encarcelado a 120,000 japoneses estadounidenses. Fue una dinámica complicada para comenzar su carrera. Tuvo un tremendo éxito después de eso, y luego en su carrera sufrió fracasos monumentales. Su historia está marcada por grandes acontecimientos y grandes temáticas.
AD: ¿Por qué fue un arquitecto tan controvertido?
JB: Estuvo en la portada de la revista TIME cuando logró el trabajo para crear el World Trade Center. Estaba encaminado para ser una figura importante. Su recepción por parte de la crítica y la opinión pública fue positiva al inicio, pero con el tiempo se volvió cada vez más negativa. Cuando construyes el edificio más grande del mundo, nadie sabe cómo lucirá. Me parece que nadie anticipó cuán abrumadoramente grandes se sentirían esos dos edificios.
AD: ¿Qué es lo que la gente decía cuando el World Trade Center estaba siendo construido en la década de 1960?
JB: Mientras se construía fue aclamada como una maravilla de la ingeniería, el que sean tan altas fue considerado un increíble logro. Cuando fue develada, las personas lo creyeron milagroso. Pero durante ese tiempo, entre 1962 y 1973; la política y la cultura cambió drásticamente en la ciudad. Se puede ver un cambio en la recepción de los grandes símbolos del gobierno y la burocracia, siendo percibidos como símbolos del poder autoritario. Hacia el final, podemos percibir el cambio y la recepción crítica hacia los grandes edificios. Existen muchas metáforas para la violencia, y las torres adquirieron un sentimiento siniestro.
AD: Nueva York tuvo su propia recesión en la década de 1970 ¿Las torres se percibieron como fuera de lugar o las personas se entusiasmaron con ellas?
JB: En la década de 1970, después de que la ciudad de Nueva York casi quebrara, resurgió no como una ciudad industrial, sino como un verdadero centro financiero. A principios de la década de 1980, el edificio asume una identidad diferente: un símbolo de las finanzas y Wall Street. Los edificios estaban en la portada de Bright Lights, Big City en 1983; simbolizaron el exceso financiero de los años ochenta. Hay todas estas transiciones sobre lo que representaron a lo largo de las décadas.
AD: ¿Cuál era la visión que Yamasaki tenía para este edificio?
JB: Su visión para este edificio fue que sea un símbolo del comercio mundial. Un símbolo de paz y cooperación mundial. Este lenguaje idealista y modernista, hoy en día; desde una perspectiva cínica post-millennial suena descabellado. Él quería que sean este símbolo de armonía mundial a través del comercio. Su enfoque de la arquitectura era modernista, pero quería hacer que el modernismo fuera más humano. Necesitaba reinsertar más disfrute en el modernismo.
AD: ¿Cuál fue su mayor reto?
JB: El World Trade Center no refleja el enorme trabajo que conllevó su creación. Fue un proyecto que cuando se lo ofrecieron, él sabía que era muy grande para su firma; pero al mismo tiempo era algo que él no podía rechazar, porque se trataba del proyecto más grande del mundo. Hubo una gran lucha entre él y la Autoridad Portuaria recortando costos para hacer algo eficiente.
AD: ¿Cómo fue la recepción de la crítica cuando fue develado?
JB: Las torres fueron criticadas, pero influyentes. Rem Koolhaas siempre las celebró, incluso cuando fueron criticadas. Las personas repudiaron el legado de las torres del World Trade Center.
La reseña más emocionalmente devastadora para Yamasaki fue escrita por la crítica de arquitectura del New York Times Ada Louise Huxtable, quien era su partidaria incondicional; incluso cuando otros eran escépticos de sus prácticas. Ella estaba emocionada por el diseño, y él contaba con su apoyo para la apertura del edificio. Sin embargo, ella se puso del lado de la opinión pública. Esta reseña lo devastó, porque ella siempre lo había apoyado a lo largo de su carrera. Él respondió escribiéndole una refutación a su reseña de 70 páginas.
Fuente: Architectural Digest